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martes, 30 de septiembre de 2008

EL SUEÑO EN EL EMBARAZO




El sueño en el embarazo se altera por razones fisiológicas, pero también psicológicas. Según el ginecólogo y obstetra, doctor Guillermo Galán,“en general el sueño se modifica por alteraciones de la producción de diferentes hormonas, entre ellas el estrógeno y la progesterona, que tienen indirectamente que ver con el sueño y que cambian sus niveles y ritmos de producción durante el embarazo”.

Durante los primeros meses del embarazo la mayoría de las mujeres tiene exceso de sueño, pero durante el tercer trimestre aparece el efecto contrario: es muy frecuente no poder dormir durante la noche. Aparece entonces el insomnio con las inevitables consecuencias durante el día: cansancio, somnolencia y malhumor. Además de los cambios hormonales, existen modificaciones físicas que favorecen al insomnio, como movimientos fetales en la segunda mitad del embarazo y especialmente en el último trimestre. El bebé vive las 24 horas y su metabolismo sigue funcionando aun cuando la mujer desea dormir.

Ansiedad y temor

Muchos expertos creen que algunas de las causas más importantes de insomnio durante el embarazo, son la ansiedad y el temor. La mayoría de los insomnios son pasajeros y están originados por situaciones que suponen un cambio. Al igual que un cambio de casa, de trabajo o de pareja, la espera de un bebé también puede traer consigo varias noches sin dormir. Además, el temor a no poder conciliar el sueño agudiza la ansiedad y la excitación, por lo que se produce un círculo vicioso y el problema se agrava cada vez más.

Afortunadamente, las noches en vela se pueden combatir con éxito sin necesidad de recurrir a algún tipo de medicamento. Según el doctor Galán, sólo se pueden indicar medicamentos cuando el insomnio afecta el normal desarrollo de las actividades del período de vigilia.“En ocasiones se utilizan algunos derivados de sustancias antihistamínicas, inductores del sueño muy suaves y relajantes musculares, pero siempre recetados por un especialista”, afirma el obstetra.

Combatiendo el insomnio

Durante los últimos meses el exceso de peso dificulta los movimientos y condiciona la comodidad en la cama. Cuando se tiene varios kilos de más no es fácil encontrar una postura adecuada para dormir relajadamente y esto puede aumentar o, incluso, provocar el insomnio. A medida que el abdomen se agranda, estar acostada en las posiciones habituales resulta incómodo.

Por ejemplo, se vuelve imposible dormir boca abajo y boca arriba. Estas dos posturas no están recomendadas para las embarazadas. Según el obstetra, si se duerme hacia arriba el peso del útero recae sobre la espalda, los intestinos y la vena cava inferior, lo que podría agravar los dolores de espalda, las hemorroides, dificultar la digestión y obstaculizar la circulación. De dormir boca abajo, el peso del bebé en crecimiento presionará los principales vasos sanguíneos y los nervios cercanos a la columna, causando entumecimiento, dolores, y hasta mareos y falta de aliento. La mejor postura es de costado izquierdo, con una pierna cruzada sobre la otra con una almohada entre ellas.

Sin embargo, lo más importante es recordar que el embarazo es un estado transitorio y que no todas las personas necesitan igual cantidad de horas de sueño, ni dormir lo mismo todos los días del año. Aunque durante el embarazo es fundamental descansar, si no es posible dormir las horas deseadas, es recomendable no angustiarse, ya que el insomnio no tiene ninguna consecuencia grave ni en la mujer ni en el bebé.



Fuentes: Dr. Guillermo Galán, ginecólogo y obstetra.
Adaptación: Emilio Iberbuden
www.obedira.com.py

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