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martes, 30 de septiembre de 2008

CIGARRILLO Y EMBARAZO: FUMADORES ANTES DE NACER


Cada vez que una persona fuma un cigarrillo, ingresan a su organismo cientos de sustancias tóxicas, elementos cancerígenos, estimulantes e irritantes que alteran el sistema respiratorio, cardiovascular, digestivo y nervioso. En las embarazadas los efectos de estas sustancias traspasan la barrera placentaria, especialmente los producidos por la nicotina y el monóxido de carbono.

Su efecto perjudicial es evidente desde los inicios del embarazo, se manifiesta durante el parto e incluso sus efectos secundarios pueden presentarse durante la niñez y adultez. Los estudios demuestran que este daño se extiende a las fumadoras pasivas, quienes “fuman” de 1 a 1,5 cigarrillo por cada 5 consumidos a su alrededor. Elegir cigarrillos light o de bajo contenido en nicotina no aminora los riesgos, porque parte importante de la nocividad del tabaquismo la produce el monóxido de carbono que resulta de la combustión del tabaco.

Los efectos nocivos están relacionados con la cantidad de sustancias tóxicas que ingresan al organismo, y se ha comprobado estadísticamente daños graves a partir del consumo de más de 5 cigarrillos diarios, aumentando los riesgos a mayor consumo. Sin embargo, los estudios han demostrado que si una mujer fumadora suspende el consumo de cigarrillo antes del cuarto mes de gestación, salvo el riesgo de aborto espontáneo, los demás peligros asociados al resto del embarazo desaparecen.


Aborto espontáneo



El doctor Jorge Becker, gineco-obstetra de la Pontificia Universidad Católica de Chile señala que durante el primer trimestre del embarazo las mujeres que fuman presentan una mayor frecuencia de abortos espontáneos. Estas pérdidas, que en no fumadoras se asocian en gran proporción a embriones inviables o alterados cromosómicamente, en las fumadoras han demostrado afectar a embriones sanos, que se pierden sólo por efecto del tabaquismo.


Placenta previa


Aún cuando las causas no están claras, las mujeres que fuman durante su embarazo tienen una frecuencia mayor de placenta previa, fenómeno en que ésta obstruye la salida del útero y obliga a practicar una cesárea. El mayor riesgo está dado por las hemorragias que produce la placenta previa durante el embarazo, lo que aumenta la posibilidad de parto prematuro y los riesgos asociados con la inmadurez de los órganos del recién nacido.


Desprendimiento prematuro de placenta


En los embarazos sanos, lo normal es que en el momento del parto la salida del bebé preceda a la expulsión de la placenta o alumbramiento. Sin embargo, en ocasiones la placenta se desprende con el niño aún al interior del útero, lo que en la práctica significa un corte del suministro de oxígeno al bebé que provoca la muerte fetal. El doctor Becker señala que este fenómeno es considerado un accidente del embarazo, hecho absolutamente impredecible pero asociado en mayor medida a las mujeres que fuman en el embarazo.


Bajo peso al nacer


Uno de los efectos más conocidos del consumo de tabaco durante el embarazo lo constituye el nacimiento de niños con bajo peso, entre 300 a 400 gramos menos que lo esperado. Esto se atribuye a la acción de la nicotina, que produce vasoconstricción de las arterias de la madre, disminución de la circulación placentaria y con ello un insuficiente paso de los nutrientes al bebé a través del cordón umbilical. El monóxido de carbono impide el óptimo transporte de oxígeno en la sangre, produciendo mala oxigenación fetal.


“Para un feto la placenta constituye sus pulmones y riñones, ya que a través del intercambio arterial con la madre obtiene oxígeno y nutrientes y elimina monóxido de carbono, urea y toxinas. El tabaquismo provoca que este intercambio se realice con dificultad, hasta llegar a que los vasos placentarios se calcifiquen y cierren, obligando a sacar al niño antes de tiempo. Eso implica que nazca prematuro y de bajo peso: la peor combinación que existe desde el punto de vista de pronóstico a futuro”


Asimismo, estudios demuestran que los niños nacidos con menos de 2.500 gr. tienen una alta probabilidad de presentar hipertensión, infarto y trastornos del colesterol en la adultez.


Muerte súbita


El especialista señala que existe una clara asociación entre tabaquismo materno y muerte súbita, una de las causas de mortalidad infantil más frecuentes durante el primer año de vida. Aun cuando los estudios no son concluyentes, se sugiere que el tabaquismo de la madre durante el embarazo provoca una hipoxia fetal que impide el óptimo desarrollo cerebral y la maduración adecuada de las neuronas del bebé durante la gestación.

Esto produciría alteraciones de los controles cardiorrespiratorios, lo que llevaría a que algunos niños al dormir olviden respirar, hagan apneas y mueran durante el sueño.


Trastornos conductuales


Estudios señalan que pese a contar con un coeficiente intelectual normal, los hijos de madres fumadoras presentan más problemas de aprendizaje, lenguaje, hiperactividad y conducta.

Estadísticamente se trata de niños más agresivos y con más problemas en el colegio, producto del efecto estimulante de la nicotina sobre el sistema nervioso central.


Fuentes: Dr Jorge Becker, gineco-obstetra de la Pontificia Universidad Católica de Chile

Adaptación: Emilio Iberbuden

www.obedira.com.py

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